Isabel nos ha regalado este cuento , escrito por ella:
Erase una vez una ratita gruñona que no hacía más que llorar. Se pasaba el día quejándose de su suerte. A cada animalito que se interesaba por su estado le contaba lo mismo: “soy muy desgraciada, nunca me pasan cosas buenas como le sucede a los hermanos cervatillos. Se pasan el día jugando y riendo por el bosque.” Poco a poco ningún animal quería jugar con ella, porque les contagiaba su tristeza. Entonces comenzó a lamentarse de que sus amigos ya no querían jugar con ella y tuvo un nuevo motivo para sentirse triste.
Un día pasó por allí un búho sabio y la vio llorando, por lo que le preguntó qué le sucedía. La ratita comenzó a contarle lo triste que estaba y que se había quedado sola, pues sus amigos ya no venían a su casa a jugar con ella. El búho, como era sabio, le dijo: “Ratita, deja de lamentarte y empieza a buscar tu suerte. Tus amigos te quieren, pero no desean estar tristes, así que ya no cuentan contigo. Debes divertirte jugando con ellos. La felicidad está dentro de ti. Si consigues reír más tu suerte cambiará.”
La ratita pensó lo que el búho le había dicho y decidió que no perdía nada probándolo. Aunque por dentro todavía se sentía triste, dejó de llorar. Sus amigos pronto volvieron a divertirse con ella y a partir de ese día nunca volvió a estar sola.
A continuación Jon , venciendo su miedo a expresarse en público , primero nos ha contado el cuento : El rey y el Mago.
Y a continuación, la anécdota del mozo que al llegar a Algorta , allá por la década de los veinte, y descubrir el mar exclama " ! Nunca antes había visto una poza tan grande!"
Celia le ha dado un nuevo papel a la abuelita del cuento de Caperucita.
Y entre cuento y cuento el tiempo se ha acabado y nos hemos despedido hasta el próximo martes a la espera de nuevas historias
Veo que me he perdido lo mejor de la tarde.
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