VIERNES 20 DE ENERO DEL 2012.
Crónica de Jon Patxi
Viaje sencillo y rápido gracias a los buenos accesos existentes en las carreteras vizcaínas a pesar de que el pavimento y el día no estaban precisamente en las mejores condiciones.
En primer lugar visitamos el Taller Museo de Santxotena, escultor que realiza sus trabajos en madera, con reminiscencias de los ancestros agotes.
Son obras, en general, son difíciles de discernir, aunque se ven trabajos más cercanos para el entendimiento, cómo las labores en favor de la paz, la solidaridad, la tragedia de la guerra en Gernika, personajes de la mitología vasca o efigies de personas.
En el mismo Taller-Museo, contemplamos una exposición de belenes de diversas partes del mundo y con diversidad de materiales. Personalmente, me llamó la atención el de Palestina realizado en madera de olivo y vid, y el de Rumania hecho en hojalata pintada con unos colores muy logrados y alegres.
Posteriormente realizamos una visita al Museo Etnográfico y ni que decir tiene que una vez dentro retrocedemos a nuestra infancia, a lo que no hace muchos años era la vida en nuestros pueblos. Tiene la particularidad de hacerse entrañable y son cosas que no han de perderse, así las generaciones posteriores conocerán como vivíamos en la mitad del siglo XX.
Mediado el día había que reponer fuerzas, y realizamos una comida de cocina sencilla, que cumplía sin más la necesidad de descansar, estar en armonía y entrar en calor.
Una vez entonados, nos acercamos al Santuario de la Virgen de la Encina , en el cual una guía nos relató la historia del Santuario, sus altares y sus imágenes.
Para finalizar dimos un paseo por lo que es propiamente la parte antigua del pueblo y pudimos contemplar algunas edificaciones de la Edad Media.
No faltó la compra de morcillas y algunos chorizos, que fue casi general, no en vano estábamos en un lugar famoso por sus productos chacineros.
El regreso fue veloz, en Sopela nos hizo recibimiento una lluvia fuerte y compacta que disolvió el grupo de una forma rápida, casi sin despedidas.
Y hasta la próxima.........
Buen reportaje periodístico. A mí, que no pude ir me ha dado mucha envidia.
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