
En esta ocasión, os ofrecemos un nuevo relato de Claudina Ochoa, ejercicio de creación a partir de la entrada de uno de los párrafos de "La tía Julia y el escribidor" de Mario Vargas Llosa :
Lo quiso desde el primer momento, o eso creyó.
Apareció en la playa con Pablo y se acercaron al grupo sin formalidades; con 14 años las presentaciones están demás. Cuando extendió su toalla lo hizo junto a la suya, (por pura casualidad o por imperativo de espacio) y una vez apoyada la felpa en la cálida arena, levantó su torso y por unos instantes detuvo su mirada en la de ella. Fue mágico, el corazón se le aceleró y toda la sangre del cuerpo se concentró en la cara. Le pareció tan evidente el atontamiento que se dio media vuelta y se colocó boca abajo sobre su toalla, intentando con aquel gesto esconder la vergüenza.
Quedaban quince días para volver a casa y sabía que no se volverían a ver, pero no pensaba en eso, únicamente anhelaba el momento en que él apareciera y volviera a cruzar por unos instantes aquella mirada azul con la suya.
Me gusta. A todos nos ha pasado algo parecido alguna vez en la vida.
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