jueves, 24 de noviembre de 2011

CHOQUITO LITERARIO

BLOG DE UNA ALUMNA DEL CENTRO;

http://zapataisa.blogspot.com/

 LA AUTORA DEL  SIGUIENTE MICRO CUENTO  ES CLAUDINA OCHOA, ESPERAMOS QUE OS GUSTE:




EL DINOSAURIO VALIENTE


Cuando despertó el dinosaurio, todavía estaba allí.   No podía abandonar a su suerte a aquel animal de apariencia tan poderosa y sin embargo tan desvalido en aquellos momentos.  Sus heridas eran profundas y su respiración fatigosa pero a pesar de ello consiguió girar su enorme cabeza y dirigir su mirada hacia donde yo me encontraba.  Lo observaba con prudencia pero con sumo agradecimiento.
                Aquella bestia de tres toneladas se había enfrentado valientemente   a una pareja de Tiranosaurios Res que se disponían a confeccionar  un sombrero con mi humilde pellejo.  La pelea fue brutal. La tierra se estremecía  bajo mis pies mientras aquellos gigantes despiadados atacaban por todos los flancos a mi dinosaurio salvador.
                En estos momentos de desasosiego y desde la tranquilidad que me  ofrece esta pequeña cueva, reflexiono sobre las razones que han motivado a este ser tan distinto a un ser humano a defenderme como solo una madre sabe defender a sus crías cuando éstas están en peligro.  Lo miro sin esperar repuestas, su pecho se agita y finalmente deja de respirar.
                Gracias amigo.   

2 comentarios:

  1. LO QUE DICE LA BIBLIA
    La doctora Laura Schlessinger,* que conduce programas radiofónicos y de televisión con gran éxito en Estados Unidos, se atrevió a asegurar que la Biblia condena la homosexualidad y, para ello, citó un pasaje de la misma. Al poco tiempo apareció en Internet esta ingeniosa respuesta anónima:


    Querida doctora Laura:
    Muchas gracias por sus esfuerzos a la hora de educar a la gente según la Ley de Dios. He aprendido muchísimo gracias a usted y, siempre que puedo, intento compartir esos conocimientos con los que me rodean. Cuando alguien se empeña en defender la forma de vida de los homosexuales, yo me limito a recordarle a esa persona que en Levítico 18, 22 se afirma claramente que la homosexualidad es una abominación. Fin del debate. Sin embargo, necesito que me dé algunos consejos en cuanto a algunas leyes concretas y lo que debo hacer para respetarlas.
    a) Cuando procedo a inmolar una res en el altar, a modo de ofrenda, sé que produce un agradable olor para el Señor (Levítico 1, 9), pero el problema son mis vecinos. Aseguran que a ellos el olor no les resulta agradable. ¿Acaso debo lincharles?
    b) Me gustaría vender a mi hija por sierva, tal y como se me autoriza en Éxodo 21, 7. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, ¿qué precio cree usted que debería pedir por ella?
    c) Sé que no se me permite tocar a una mujer mientras ella se encuentre en su período de impureza menstrual (Levítico 15, 19-24). El problema es... ¿cómo lo sé? He probado a preguntar, pero la mayoría de las mujeres se sienten ofendidas.
    d) En Levítico 25, 44 se dice que tengo derecho a poseer esclavos, sean hombres o mujeres, siempre y cuando procedan de países vecinos. Tengo un amigo que dice que esas palabras se aplican a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Podría usted aclararme ese punto? ¿Por qué no se me permite poseer
    esclavos canadienses?
    e) Tengo un vecino que se empeña en trabajar el séptimo día. Según se dice claramente en Éxodo 35, 2, debe ser castigado con la muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarle con mis propias manos?
    f) Un amigo mío dice que aunque comer marisco es una abominación (Levítico 11, 10) no es tan abominable como la homosexualidad. Yo no estoy de acuerdo con él. ¿Puede ofrecerme alguna solución?
    g) En Levítico 21, 20 se dice que no debo acercarme al altar del Señor si tengo un defecto en la vista.
    Reconozco que necesito gafas para leer. ¿Mi visión ha de ser perfecta o es una cuestión más o menos
    flexible?
    h) La mayoría de mis amigos del sexo masculino se cortan el pelo, incluido el de la barba, aunque eso está estrictamente prohibido según Levítico 19, 27. ¿Qué clase de muerte merecen?
    i) He leído en Levítico 11, 6-8 que si toco la piel de un cadáver de cerdo me volveré inmundo, pero... ¿puedo seguir jugando a fútbol americano si me pongo guantes de lana?
    j) Mi tío tiene una granja. Incumple Levítico 19, 19 porque siembra en un mismo campo simiente de dos especies. Además, su mujer lleva prendas de vestir hechas de dos tipos de hilo (algodón/poliéster). Mi tío tiene tendencia a blasfemar y maldecir mucho. ¿Es absolutamente necesario que nos tomemos la molestia de reunir a todo el pueblo para lapidarlos? (Levítico 24, 10-16). ¿No podríamos quemarlos en una ceremonia íntima y familiar, como hacemos con la gente que se acuesta con sus parientes políticos? (Levítico 20, 14).
    Sé que usted ha analizado estas cuestiones a fondo, así que estoy seguro de que podrá ayudarme. Gracias una vez más por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.
    Su devoto discípulo y fan incondicional.

    ResponderEliminar